¡No Malgaste su Presupuesto de Mantenimiento! La Cantidad y Frecuencia Correctas de Lubricación Sí Importan
Imagínese que compra el aceite o la grasa de la más alta calidad para sus máquinas, la mejor del mercado. Está haciendo todo lo posible para asegurar la longevidad y el rendimiento óptimo de sus equipos. Pero, ¿sabía que incluso el mejor lubricante puede ser ineficaz, e incluso perjudicial, si no se aplica en la cantidad correcta y con la frecuencia apropiada?
Es una verdad simple pero a menudo pasada por alto: usar la mejor grasa en una cantidad incorrecta o a intervalos de tiempo inapropiados es como tirar su dinero a la basura. Puede que esté gastando una fortuna en lubricantes premium, pero si aplica demasiado o muy poco, o si no relubrica cuando es necesario, no estará obteniendo los beneficios que espera.
¿Por qué es tan importante la cantidad?
•Demasiado lubricante: Puede generar un aumento de la fricción interna al tener que moverse el exceso de lubricante por el espacio libre, lo que lleva a un aumento de la generación de calor y, por lo tanto, a una vida útil más corta del componente. En rodamientos de alta velocidad, incluso pequeñas variaciones en la cantidad pueden causar problemas como un aumento de la temperatura y el consumo de energía.
•Muy poco lubricante: Provoca una condición de lubricación límite, ya que no todas las superficies de contacto reciben la cantidad adecuada de lubricante. Esto puede llevar a desgaste prematuro e incluso a la falla del componente.
¿Y qué pasa con la frecuencia?
Una frecuencia de relubricación planificada, consistente y sistemática es esencial para proteger tanto el lubricante dentro de los componentes de la máquina como los propios componentes. La grasa se degrada con el tiempo, perdiendo su capacidad de proteger las superficies. Relubricar a intervalos adecuados asegura que siempre haya lubricante fresco y funcional en el punto de contacto.
Consejos Rápidos para Empezar:
Aunque el cálculo preciso puede ser complejo, aquí tienes algunos consejos generales basados en la información teorico-practica, que pueden ser de gran utilidad.
•Observe las condiciones de trabajo: Para entornos secos y limpios con operaciones moderadas (como mesas giratorias o robots), una relubricación aproximada cada 300 horas de funcionamiento o cada 6 meses podría ser un punto de partida.
•Considere la severidad: En condiciones más exigentes (como maquinaria de construcción), podría necesitar relubricar con mayor frecuencia, por ejemplo, cada 50 o 100 horas de funcionamiento.
•La inspección es clave: Durante la relubricación, observe el estado del lubricante que sale. Si aún está en buenas condiciones y libre de contaminantes, podría considerar extender los intervalos.
Recuerde, estos son solo consejos generales. Para una lubricación óptima y para maximizar la vida útil de sus equipos, es crucial comprender los requisitos específicos de sus máquinas. ¡No subestime el poder de la cantidad y frecuencia correctas de lubricación!
En una próxima entrada de blog, hablaremos con mucho más detalle de algunos métodos de cálculo para estimar de firma más precisa la cantidad y frecuencia de lubricación, específicamente para rodamientos.

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